Carnosos, cálidos, suaves, sensuales y hoy soñé que me besaban. Y me soltaban, y me tomaban, boqueando el aire de tus pulmones, tu dulce aliento de mujer.
Te alejaste, solo para atravesarme con tus ojos fatales, engatusarme con tus melodías de sirena, y encallé en esos ojos fatales, imprudente.
Desperté tocándome los labios. Tan cierto, tan real, un sueño. Solo un sueño, un sueño tan suave que parecía realidad ...
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