Era primavera, pero el cielo no lo sabía, y lloraba. Mientras tanto una pareja corría por la ciudad, ella intentaba refugiarse de la lluvia pero él tiraba de ella riéndose, obligándola a mojarse. A él le gustaba la lluvia, a ella los porches, a los dos, el otro.
Corrieron y corrieron, besándose por toda la ciudad, mojándose, viviendo la intimidad de los portales. No pararon de besarse hasta llegar a su refugio y abandonarse el uno al otro.
Y por la mañana floreció un nuevo día.
:3
ResponderEliminar