miércoles, 4 de enero de 2012

Se cerró la puerta, y se quedó solo, encerrado, sin luz. En una prisión forjada por él mismo, en su prisión. Miró a su alrededor, cada día aparecía una puerta, una ventana, a veces aparecían y desaparecían rápido, en el tiempo en que se cruzaba una mirada, florecía una sonrisa y él no las abría, no miraba a través de ella, oportunidades perdidas las llamaban.

Pasó el tiempo, medicina necesaria, abrió puertas, miró por ventanas, cogió autobuses y llegó a la estación, a esperar, a esperar al tren que pasa tan poco. El tren que vale por todas las oportunidades perdidas.

martes, 3 de enero de 2012

Sonaron las campanas, doces veces, una y otra vez a lo largo del mundo. Sonaron los labios, mil veces, una y otra vez a lo largo del mundo. Sonaron las copas, un millón de veces, una y otra vez a lo largo del mundo.

No sonó el llanto, no sonó nunca, acallado,acallado mil y una veces.